José Rozados, director de Reporte Inmobiliario, distinguió tres tipos de situaciones respecto de los fideicomisos de construcción. "Hay proyectos en los cuales está establecido un precio pactado y los desarrolladores exigen dólares. De alguna manera éstos le transfieren el problema al cliente." Según ejemplificó, son los grandes proyectos los que se clasifican dentro de este tipo de casos. "En segundo lugar -continuó- están los inversores que se han sentado a negociar con la constructora y han acordado que la cuota se pague una parte en pesos y otra en dólares. Y, por último, los que pactaron un costo ajustable a pesos."
Sobre esta tercera solución Rozados reconoce un problema: "El inversor sabe que va a tener que pagar cada vez más pesos", con lo cual en algún punto se esfuma otra de las ventajas que valoraba el inversor, que era la previsibilidad de la cuota.Según Darío Rajmilovich, socio de la firma de asesoramiento actuarial y contable Russell Bedford Argentina, la otra "es la compra de títulos públicos argentinos nominados en dólares, que son transferidos a favor del fideicomiso a la fecha de vencimiento del compromiso de aporte". "Los títulos que ingresan al fideicomiso están expresados en dólares, pudiendo monetizarse en esta moneda", explicó Rajmilovich.
El inconveniente que se plantea con el "dólar ladrillo", tal cual lo llama Rajmilovich, es que los bonos cotizan con un tipo de cambio implícito que está más cerca del valor del dólar blue que del dólar oficial.
Fuente: La Nación, http://www.lanacion.com.ar/1459305-nuevas-reglas-para-invertir-en-ladrillos
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